Fauna

A pesar de las condiciones climáticas adversas, esta región presenta una variada y fascinante fauna adaptada a la escasez de agua y los extremos de temperatura, siendo un lugar privilegiado para la observación de aves, fauna y vida silvestre en general.

Encontramos mamíferos, aves, insectos, reptiles y roedores resilientes que, en medio de dunas y cañones, han desarrollado habilidades únicas para sobrevivir. También, vemos en torno a los salares bellos coloridos dados por microorganismos extremófilos que han desarrollado adaptaciones únicas para prosperar en aguas hipersalinas. Te mostramos aquí algunas de las especies más destacadas:

Zorro culpeo

(Lycalopex culpaeus)

También conocido en la región como zorro andino. Son nativos de América del Sur y se distribuyen en una amplia área de este continente. Se han adaptado al desierto en sus diferentes áreas, en especial, quebradas intermedias y altiplano. La mayor parte del agua que necesita la extrae de su comida y minimiza su pérdida en la orina y las heces. Es una de las especies de zorro más grandes del mundo, llegando a tener un metro de largo y pesar hasta 9 kilos. Son de pelaje gris y pardo con el vientre más claro, que se caracteriza por ser grueso y denso lo que les ayuda a mantener una temperatura corporal adecuada a pesar de las bruscas oscilaciones del desierto y la altura. Sus patas son largas y tienen garras afiladas que les permiten cazar y excavar. Son más activos durante la noche, amanecer y atardecer. Se alimentan pequeños mamíferos, aves, insectos, frutas y vegetación.

Fuente de imagen: www.sanpedrochile.com

Vizcacha

(Lagidium viscacia)

La vizcacha es un mamífero roedor que pertenece a la familia Chinchillidae. Su estilo de vida se desarrolla en hábitats montañosos y rocosos de América del Sur en torno a la Cordillera de Los Andes como el altiplano y las quebradas intermedias. Sus patas largas y sus garras afiladas les permiten moverse ágilmente en regiones montañosas, dando saltos largos y precisos de roca en roca. Son más activos durante el día y su pelaje grueso y denso les proporciona aislamiento en las temperaturas variables de las altitudes elevadas. A menudo se refugian en madrigueras que excavan en el suelo o en las rocas para resguardarse del frío y los depredadores. Se alimentan de una variedad de plantas, pastos y hierbas que se encuentran en su entorno montañoso. Son criaturas sociales y se reúnen en grupos llamados «colonias» o «clanes».

Flamencos

San Pedro de Atacama y sus alrededores son conocidos por ser hábitat de varias especies de flamencos los que suelen encontrarse en las lagunas de altura y salares, siendo un espectáculo impresionante para sus visitantes. Se alimentan principalmente de pequeños invertebrados acuáticos, como crustáceos, algas y larvas de insectos, que capturan con su pico curvo mientras se inclinan hacia adelante en el agua. Son aves sociales, se reúnen en grupos grandes en las lagunas, donde se alimentan y se cuidan mutuamente. Durante la temporada de cría, forman colonias de anidación en islas o áreas de agua poco profunda en las lagunas. La protección de los hábitats de alta montaña donde se encuentran estos flamencos es esencial para su conservación ya que enfrentan amenazas debido a la pérdida de hábitat y la perturbación humana en sus áreas de reproducción, especialmente por la extracción minera y el turismo. Encontramos tres especies en la región:

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El Flamenco Chileno (Phoenicopterus chilensis) es la especie más emblemática en la región. Tiene un hermoso plumaje de color rosado con largas patas y cuello. Son conocidos por su elegante vuelo y movimientos gráciles al buscar alimentos en el agua.

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El Flamenco Andino (Phoenicoparrus andinus) tiene un plumaje principalmente blanco con algunas áreas rosadas en las alas y el pico, lo que le da un aspecto elegante. Durante la temporada de cría, los flamencos de Andinos pueden construir montículos de barro para proteger sus huevos y crías de las inundaciones.

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El Flamenco de James (Phoenicoparrus jamesi) es una especie de flamenco que se encuentra en América del Sur, específicamente en regiones de altitud elevada de los Andes. Es más pequeño que otras especies (menos de 90 cm.) Tiene un plumaje distintivo en blanco y negro, con una banda rosada en la parte superior de las alas y un pico rosado. Su cuello es largo y delgado.

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Suri

(Rhea pennata)

Es el nombre dado al Ñandú en los poblados andinos de América del Sur, siendo el ave más grande de estas latitudes, con una altura que puede alcanzar hasta 1,50 metros y un peso que puede superar los 30 kg.  Tiene un cuerpo robusto, un cuello largo y una cabeza pequeña con un pico puntiagudo. Sus alas son pequeñas y no les permiten volar. En cambio, tienen patas largas y fuertes que les permiten correr a altas velocidades (hasta 60 km/h) para escapar de sus depredadores. Prefieren hábitats abiertos, como praderas, pastizales y estepas, donde puedan moverse con facilidad. Son omnívoros y se alimentan de variada vegetación, insectos y pequeños animales. Las hembras Suri ponen huevos de gran tamaño. Aunque no es un ave en extinción a nivel global, cada vez se ven menos ejemplares en la región andina de América del Sur y el altiplano. Esto porque se ha alterado su hábitat natural y requerimientos para su reproducción, debido a la expansión del turismo, la urbanización y la minería. También se comercializa ilegalmente sus plumas y huevos. La conservación de áreas de pastizales y estepas es esencial para mantener poblaciones saludables de Suri.

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Guallata Andina

(Chloephaga melanoptera)

Esta especie es nativa de América del Sur y se encuentra en hábitats de gran altitud como el altiplano andino de Perú, Bolivia, Chile y Argentina, siendo su hábitat preferido las lagunas y los humedales que ahí se encuentran. Es un ave grande, que puede medir alrededor de 70 a 80 centímetros de longitud. Su plumaje es mayoritariamente blanco con partes grises en la cabeza y el cuello. Tiene una distintiva mancha negra en las alas y patas de color rosado a rojo. Su pico es corto y de color blanco. Son aves herbívoras y se alimentan principalmente de vegetación acuática, como algas, hierbas acuáticas y plantas sumergidas. Algunas poblaciones de guallatas andinas se consideran amenazadas y se han implementado esfuerzos de conservación para proteger su hábitat y promover su conservación. Son parte importante de las aves de altura y de la biodiversidad de la región.

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Tagua Cornuda

(Fulica cornuta)

Es una especie de ave acuática que habita en lagunas y humedales de América del Sur y en partes de Chile como la región de Atacama. Tiene una apariencia distintiva dada por un pico grande de amarillo claro a naranja, cónico, semejante a un cuerno (de ahí su nombre común «cornuda»). Esta forma es una adaptación especializada para su alimentación, buscar y atrapar insectos acuáticos, pequeños crustáceos, semillas y otros alimentos en ambientes acuáticos. Es un ave de tamaño mediano, con un plumaje generalmente negro. Sus patas son largas y tienen dedos largos que le permiten caminar sobre la vegetación flotante en lagunas y humedales. Es un ave principalmente solitaria, a veces se desplaza por humedales en pareja mientras se alimenta. Tiene un canto agudo y repetitivo que se escucha preferentemente durante la temporada de cría. La conservación de humedales y la gestión sostenible de estos hábitats son esenciales para garantizar la supervivencia de la tagua cornuda y otras especies de aves acuáticas.

Microrganismos del salar

Se ha descubierto una variedad de microorganismos que han logrado adaptarse y sobrevivir en este ecosistema único, extremo y de alta salinidad. Algunos son Halobacterias y bacterias halófilas que pueden resistir niveles muy altos de salinidad, propios al Salar de Atacama, son pigmentadas y pueden dar un color rosado a las aguas. También se han encontrado comunidades microbianas en costras de sal en el salar que forman estructuras tridimensionales conocidas como estromatolitos. Estos estromatolitos están compuestos por una variedad de bacterias que contribuyen a la formación de las mismas costras. En algunas partes del Salar de Atacama, donde las condiciones son aún más extremas, se han encontrado microorganismos endolíticos, los que viven dentro de las rocas y minerales sacando de estos su fuente de energía. Estos han desarrollado adaptaciones únicas para sobrevivir en un entorno tan inhóspito, como la capacidad de resistir la alta salinidad, la radiación solar intensa y la sequía extrema. El estudio de estos microorganismos en el Salar de Atacama puede proporcionar información valiosa sobre la vida en condiciones extremas y en la búsqueda de vida en otros lugares del universo, como Marte.  

Fuente de imagen:
https://inaturalist.mma.gob.cl/

Lagartija de montaña

(Liolaemus montícola)

Están en un hábitat de alta montaña y en altitudes elevadas, como en los Andes de Chile, Bolivia y Argentina. Prefiere áreas rocosas y escarpadas donde pueden encontrar refugio y protección. Es una lagartija de tamaño mediano, con un cuerpo alargado de patas cortas y fuertes que les permiten moverse con facilidad en terrenos rocosos. Su coloración varía, pero generalmente es de tonos pardos o grises, lo que les permite camuflarse en su entorno. Tienen escamas en la piel. Estas lagartijas son una parte interesante de la biodiversidad de las regiones montañosas de San Pedro de Atacama y han desarrollado adaptaciones notables para sobrevivir en los entornos desafiantes de altura y alta montaña.

Fuente de imagen: https://chileestuyo.cl/

Gato Andino

(Leopardus jacobita)

Vive en las altas cumbres de la Cordillera de Los Andes y se le conoce como el “fantasma de Los Andes” por su naturaleza esquiva y hábitat remoto que dificulta verlo. Es uno de los felinos más desconocidos, escasos y amenazados del mundo, estimando que quedan cerca de 1.400 especies. Es pequeño (como el doble de tamaño que un gato doméstico) y tiene un pelaje grueso y suave de color grisáceo o marrón, con manchas oscuras y rayas que le ayudan a camuflarse en su entorno montañoso. Su cola es larga y peluda, con anillos oscuros en la parte superior. Son animales solitarios y son más activos durante la noche. Se alimentan de pequeños mamíferos, en especial la vizcacha, aves, insectos y ocasionalmente reptiles. Son conocidos por su agilidad y capacidad para trepar por terrenos montañosos y rocosos. Diversas comunidades andinas y organizaciones de conservación trabajan para proteger a esta especie y su hábitat, reconociendo su valor en el ecosistema en Los Andes y la necesidad de preservar la diversidad biológica.

Fuente de imagen:
www.trekana.cl

Guanaco

(Lama guanicoe)

Es una de las especies emblemáticas de la región de San Pedro de Atacama. Este mamífero es miembro de la familia Camelidae y es parte del ecosistema andino en esta área. Su capacidad para resistir las fluctuaciones extremas de temperatura, la escasez de agua y altitud es asombrosa. Se lo puede encontrar en paisajes de gran altura, pastizales y valles de la región. El guanaco es un animal esbelto y grácil, que mide más de un metro de altura y puede pesar hasta 150 kilos, siendo uno de los mamíferos salvajes más grandes de Sudamérica. Tiene un pelaje de tonalidades que varían entre el marrón rojizo y el beige. Tiene pestañas largas y su figura erguida con su cuello largo son rasgos inconfundibles en el medio del desierto. Tiene patas largas y fuertes, con una especie de almohadilla que amortigua su caminar y le permiten moverse con destreza en terrenos irregulares.

Los guanacos son animales sociales y suelen formar «harenes» que son grupos compuestos por un macho dominante y varias hembras con sus crías. Durante la temporada de apareamiento, los machos compiten por el derecho a liderar el harem y se pueden observar enfrentamientos entre ellos. El guanaco desempeña un papel crucial en el ecosistema andino de San Pedro de Atacama. Al pastar en la vegetación nativa, contribuye a mantener un equilibrio en la flora local y crear microhábitats para otras especies. Los guanacos enfrentan amenazas como la caza furtiva y la degradación de su hábitat debido a la expansión humana. En Chile, están protegidos por la ley y se llevan a cabo esfuerzos de conservación para garantizar su supervivencia y la preservación de su ecosistema.

Fuente de imagen:
https://chileestuyo.cl

Vicuña

(Vicugna vicugna)

Este elegante y esbelto camélido, pariente de las llamas y los guanacos. Esta hermosa criatura, con su pelaje suave y su mirada vigilante, personifica la exuberante biodiversidad que florece incluso en las condiciones más extremas. La vicuña es muy destacada por su capacidad de adaptación a las altas altitudes y las condiciones desérticas. Se la encuentra en las regiones del altiplano que pueden superar los 4.000 m.s.n.m. Sus pulmones y corazón han evolucionado para funcionar eficientemente en la baja concentración de oxígeno de estas alturas. A diferencia de los guanacos, las vicuñas tienden a vivir en manadas familiares más pequeñas. Estas manadas están compuestas por hembras y sus crías, mientras que los machos suelen ser solitarios. Durante la temporada de aparición, los machos compiten por la atención de las hembras en un espectáculo de gracia y poderío. La vicuña ha sido apreciada durante siglos por las culturas indígenas de los Andes. Su suave pelaje, conocido como «la lana de los dioses», es uno de los más finos y valiosos del mundo y ha sido tejido en prendas lujosas y rituales sagrados. Las vicuñas enfrentan amenazas como la caza furtiva y la pérdida de hábitat debido a la expansión humana. Su importancia ecológica y cultural, así como su gracia y resistencia a las alturas andinas, hacen que sea una especie digna de admiración y protección en esta región única del mundo, estando protegidas por la ley dentro de Chile.

LLama

(Lama glama)

Es un camélido salvaje que también ha sido domesticado, de apariencia elegante y de naturaleza dócil, pariente de la alpaca, la vicuña y el guanaco, siendo parte esencial del tejido cultural y económico del patrimonio de la región. La llama tiene un pelaje suave que varía en colores, incluyendo blanco, negro, marrón y mezclas de estos tonos. Tiene el cuello largo, una figura grácil, corpulenta, de orejas puntiagudas y ojos expresivos con pestañas largas. Las llamas están muy bien adaptadas a altitudes extremas del altiplano andino. Se las encuentra en pastizales y mesetas montañosas, con gran capacidad para resistir el frío extremo y la exposición a la radiación solar intensa. Las llamas son animales sociales que viven en grupos familiares. Son muy valoradas por su lana para tejer y por su carne, que es una fuente de alimento valioso. Además, su capacidad de carga ha sido aprovechada durante siglos en la región para transportar carga a través de los terrenos montañosos. En las culturas indígenas de los Andes, la llama tiene un lugar destacado en la vida cotidiana y es una parte fundamental de la identidad de las comunidades locales. Su presencia se refleja en danzas tradicionales, festivales y ceremonias que celebran su importancia cultural.